sábado, 17 de julio de 2010

Artículo científico sobre Andragogía

Lic. Manuel Guevara Amézquita

I. Resumen

Desde mi particular punto de vista el hecho que la UNESCO haya propuesto el concepto de de andragogía en sustitución de la palabra pedagogía, no me parece una propuesta tan acertada, toda vez que lo que se trata de es sustituir la pedagogía por andragogía, no importando las edades y factores biológicos, sociológicos, y psicológicos entre niños, adolecente y adultos, so pretexto de la educción permanente, a sabiendas que la educación y aprendiza[DC1] de los adultos es mediante una disciplina especializada.
La mayor parte de autores especialistas en la materia sostienen que los objetivos que persigue la andragogía, como ciencia que proporciona las herramientas apropiadas para la educación de los adultos, ya que en la práctica andragógica debe entenderse como el conjunto de acciones, actividades y tareas que al ser administradas aplicando principios y estrategias para facilitar el proceso de aprendizaje en el adulto; partiendo de que la Andragogía proporciona la oportunidad para que el adulto que decide aprender, participe activamente en su propio aprendizaje e intervenga en la planificación, programación, realización y evaluación de las actividades educativas en condiciones de igualdad con sus compañeros, participantes y con el facilitador.
Estoy en desacuerdo que para efectos de la educación de adultos sea apropiado graduar en etapas la adultez, como lo sostienen algunos autores objeto de estudio en el presente trabajo, ya que adulto se concibe a toda persona mayor de dieciocho años; sin embargo, la experiencia y capacidad si puede variar de acuerdo a la edad. Como se ve, no ha existido acuerdo entre lo investigadores cuando han tenido que definir al adulto y asignarles las edades correspondientes a sus diferentes etapas vitales. Las características especiales del aprendizaje en el adulto dependen en gran medida de la psicología propia de esta edad evolutiva.
Por lo general los autores que se dedican a estudiar Andragogía aceptan como características del adulto, entre otras, las siguientes: es una persona capaz de procrear, de asumir con entereza responsabilidades en torno a ciertos asuntos inherentes a la vida social y de tomar decisiones con plena libertad. La edad adulta como etapa de integración biológica, psicológica, social y ergológica. Es el momento de alcanzar la plenitud vital, pues en la adultez tenemos la capacidad de procrear, de participar en el trabajo productivo y de asumir responsabilidades inherentes a la vida social, para actuar con independencia y tomar nuestras propias decisiones con entera libertad.
Por lo general el aprendizaje ocurre cuando la persona está preparada para aprender, pues el conocimiento se construye a partir de lo que la persona ya sabe y depende tanto del propósito y del interés del individuo, como del grado de desarrollo de las capacidades intelectuales inherentes a la persona. Así, el aprendizaje comienza cuando en la mente del individuo surge un problema, una respuesta inconclusa o un estado de confusión e incertidumbre. comienza[DC2] también cuando la persona acepta el reto de lo desconocido, de lo controvertible y busca soluciones.
Aprender a aprender, es desarrollar habilidades, destrezas, hábitos, actitudes y valores, que le permitan al adulto adquirir o crear métodos, procedimientos y técnicas de estudio y de aprendizaje para que pueda seleccionar y procesar información eficientemente, comprender la estructura y el significado del conocimiento a fin de que lo pueda discutir, negociar y aplicar.
No cabe duda que la teoría del autor García Arretio es acertada, ya que se pone de manifiesto la evolución del ser humano conforme avanza la edad, la vivencia, la experiencia, los aspectos culturales, sociales, su madurez, así como el interés por adquirir mayores conocimientos para desarrollarse en mejores condiciones de vida. En consecuencia, no es lo mismo lo que piensa un joven mayor de edad, soltero, sin cargas familiares, que haya vivido en un hogar donde se le proporciona todas las comodidades, respecto a aquel que ha tenido que trabajar desde temprana edad, para su propio sostenimiento y muchas veces parea el resto de su familia.
Como se ha mencionado las situaciones de aprendizaje de los proyectos no deben ser dirigidas exclusivamente a la transmisión de conocimientos y habilidades específicas de una materia. Se pretende, más bien, lograr fines de aprendizaje en varias dimensiones: saber y poder, pensar y actuar, percibir y decidir, recordar y producir no deben ejercitarse paralelamente, sino en acción de apoyo recíproco.
Los proyectos de aprendizaje son, empero, siempre y al mismo tiempo, instrucción. organizan[DC3] situaciones didácticas y, en segundo lugar, situaciones de la vida. Debemos preparar y aprender la capacidad de la acción, pero sin presuponer de antemano su existencia. Es importante respetar la demanda del estudiante de cualquier edad y circunstancia personal, tanto si éste aspira al certificado como si se contenta con enriquecer su vida mediante unos estudios constantes, periódicos u ocasionales. Por lo tanto, es evidente que los medios para el aprendizaje adulto son, a su vez, distintos de las del aprendizaje escolar; deben ser los propios de una educación abierta, en la cual cada alumno, de manera autónoma, sea capaz de aprender a aprender y de diseñar su propio curriculum.
El aprendizaje no es parte de una rutina o mecánica, requiere un esfuerzo mantenido, que exige así mismo una satisfacción, mantenida a lo largo del curso. Sería un error, olvidar o desconocer una realidad tangible, cual es la condición adulta del estudiante universitario, pues, negaríamos su capacidad en la toma de decisiones y en asumir responsabilidades en la vida social. Tal tratamiento, provocará en los estudiantes universitarios, siendo adultos, reacciones negativas y sentirán la necesidad de practicar la conducta de los niños. Protestarán los estudiantes por la inflexibilidad curricular, los torturantes sistemas de evaluación, la falta de participación en las decisiones académicas, la obligatoridad de asistir al recinto universitario, la imposición disciplinaria de teorías ajenas a la realidad vital y a su experiencia, por las humillaciones a que son sometidos día a día, cuando se les niega el derecho a opinar y a disentir y se les obliga a aceptar pasivamente, sin discusión, conceptos que han de repetir para ser promovidos en sus estudios.

II. Introducción
La motivación del presente trabajo, es investigar las diversas teorías adoptadas por los estudiosos de la educación andragógica, como la disciplina que nos proporciona la metodología para alcanzar los objetivos de la educación de adultos.
Siendo la andragogía una ciencia tan extensa, en el desarrollo de la investigación, encontramos autores que se refieren a temas específicos relacionadas a dicha disciplina, tales como la andragogía aplicada, la andragogía y formación de directivos, desarrollo humano, pedagogía y andragogía, estilos de aprendizaje, modelo andragógico etc.
Dentro de los temas importantes abordados es el concepto de andragogía de diversos autores, así como el propuesto por la UNESCO, la edad de adultez, el aprendizaje del adulto, las dificultades de aprendizaje del adulto, aspectos básicos de proyectos de educación de adultos.
El trabajo desarrollado concluye en la importancia de la educación y aprendizaje del adulto universitario, así como una crítica al actual profesor universitario que cree que sus procedimientos encaminados a una mejor formación académica y que el carácter impositivo que ejerce desde su tarima dirigiendo, controlando y evaluando sus clases marginales, van en beneficio de quienes en actitud pasiva las reciben y las repiten de manera oral y escrita, en las evaluaciones, ya que el docente universitario actualmente no estimula la creatividad sino la memorización.
Por otra parte se abordan las dificultades del estudiante adulto para el aprendizaje, de donde surge la dicotomía aprender a desaprender como parte importante del aprendizaje y constituye una de las mayores fuentes de resistencia interna del individuo; una de las experiencias más dolorosas del adulto es desaprender los hábitos adquiridos a lo largo de su vida. En consecuencia, en el caso del adulto, el requisito básico para un aprendizaje real es el desaprendizaje, deshacerse de las vivencias, experiencias, conocimientos, creencias, paradigmas que tenemos en nuestro cerebro y que aún cuando fueron útiles en un tiempo, ya no lo son en la actualidad. Desaprender es sencillamente eliminar lo que hemos aprendido que ya no nos sirve y dejar espacio para lo que necesitamos aprender pueda entrar a nuestro cerebro con facilidad.



III. Abordaje temático

De acuerdo a Ortiz Jiménez, "El concepto de andragogía es un neologismo propuesto por la UNESCO en sustitución de la palabra pedagogía, para designar la ciencia de la formación de los hombres, de manera que no se haga referencia a la formación del niño, sino a la educación permanente".
Según el autor Ortiz Jiménez, la UNESCO propuso el concepto de de andragogía en sustitución de la palabra pedagogía, posición del referido Organismo que no me parece tan acertada, toda vez que lo que se trata de es sustituir la pedagogía por andragogía, no importando las edades y factores biológicos, sociológicos, y psicológicos entre niños, adolecente y adultos, so pretexto de la educción permanente, a sabiendas que la educación y aprendiza de los adultos es mediante una disciplina especializada.
Para Márquez, "es la disciplina educativa que trata de comprender al adulto(a), desde todos los componentes humanos, es decir como un ente psicológico, biológico y social"
Por su parte Alcalá, sostiene que la "Andragogía es la ciencia y el arte que, siendo parte de la Antropogogía y estando inmersa en la Educación Permanente, se desarrolla a través de una praxis fundamentada en los principios de participación y horizontalidad; cuyo proceso, al ser orientado con características sinérgicas por el facilitador del aprendizaje, permite incrementar el pensamiento, la autogestión, la calidad de vida y la creatividad del participante adulto, con el propósito de proporcionarle una oportunidad para que logre su autorrealización" (Alcalá, 1997).
Las definiciones de los dos autores anteriores, se ajusta a los objetivos que persigue la andragogía, como ciencia que proporciona las herramientas apropiadas para la educación de los adultos, ya que en la práctica andragógica debe entenderse como el conjunto de acciones, actividades y tareas que al ser administradas aplicando principios y estrategias para facilitar el proceso de aprendizaje en el adulto; partiendo de que la Andragogía proporciona la oportunidad para que el adulto que decide aprender, participe activamente en su propio aprendizaje e intervenga en la planificación, programación, realización y evaluación de las actividades educativas en condiciones de igualdad con sus compañeros, participantes y con el facilitador.

Papalia y Olds (1997), “consideran que la edad del adulto se extiende a partir de los veinte años y establecen tres tipos de adultez: (a) Edad adulta temprana (entre los 20 y 40 años), (b) Edad adulta intermedia (de los 40 a los 65 años) y (c) Edad adulta tardía (después de los 65 años de edad), siendo ésta la última fase de la vida de la persona" (13).
Desde mi particular punto de vista para efectos de la educación de adultos, no es tan apropiado graduar en etapas la adultez; ya que adulto se concibe a toda persona mayor de dieciocho años; sin embargo, la experiencia y capacidad si puede variar de acuerdo a la edad. Como se ve, no ha existido acuerdo entre lo investigadores cuando han tenido que definir al adulto y asignarles las edades correspondientes a sus diferentes etapas vitales. Las características especiales del aprendizaje en el adulto dependen en gran medida de la psicología propia de esta edad evolutiva. Por lo tanto, examinaremos previamente algunas de estas peculiaridades de la condición adulta, tomando las perspectivas de tres autores diferentes:
El crecimiento de la especie humana a diferencia de las demás, se manifiesta de manera ininterrumpida y permanente desde el punto de vista psico-social y no biológico, que finaliza en un momento dado al alcanzar el máximo desarrollo de su fisiología y morfología orgánica. Se la podría definir como la plenitud vital al que arriban los seres vivos en un momento dado de su existencia, siendo variable según las especies biológicas. En muchas, este estado aparece temprano y, en otras, más tarde. El período de crecimiento y desarrollo se prolonga considerablemente en la especie humana y, a diferencia de las demás, se desenvuelven en etapas sucesivas, en forma relativa hasta alcanzar progresivamente la adultez.
Por lo general los autores que se dedican a estudiar Andragogía aceptan como características del adulto, entre otras, las siguientes: es una persona capaz de: procrear, de asumir con entereza responsabilidades en torno a ciertos asuntos inherentes a la vida social y de tomar decisiones con plena libertad.
La edad adulta como etapa de integración biológica, psicológica, social y ergológica. Es el momento de alcanzar la plenitud vital, pues en la adultez tenemos la capacidad de procrear, de participar en el trabajo productivo y de asumir responsabilidades inherentes a la vida social, para actuar con independencia y tomar nuestras propias decisiones con entera libertad.

Prevost dice: «aprender es incorporar en sí mismos hechos, verdades y sensaciones que antes nos eran externas y hasta desconocidas. Aprender es convertir en sustancia intelectual o sensitiva propia lo que anteriormente no pertenecía a ella. Aprender es ensanchar la vida y es el medio esencial del crecimiento interior» (17) .
El aprendizaje ocurre cuando la persona está preparada para aprender, pues el conocimiento se construye a partir de lo que la persona ya sabe y depende tanto del propósito y del interés del individuo, como del grado de desarrollo de las capacidades intelectuales inherentes a la persona. Así, el aprendizaje comienza cuando en la mente del individuo surge un problema, una respuesta inconclusa o un estado de confusión e incertidumbre; comienza también cuando la persona acepta el reto de lo desconocido, de lo controvertible y busca soluciones.
Según Bienei, los mejores estudiantes adultos son aquellos que de temprana edad tuvieron que resolver sus propios problemas y superar sus dificultades. El aprendizaje del adulto basado en aprender a conocer, desarrollar habilidades, destrezas, hábitos, actitudes y valores que le permitan al adulto adquirir las herramientas de la comprensión como medio para entender el mundo que le rodea, vivir con dignidad, comunicarse con los demás, y valorar las bondades del conocimiento y la investigación.
Aprender a aprender, es desarrollar habilidades, destrezas, hábitos, actitudes y valores, que le permitan al adulto adquirir o crear métodos, procedimientos y técnicas de estudio y de aprendizaje para que pueda seleccionar y procesar información eficientemente, comprender la estructura y el significado del conocimiento a fin de que lo pueda discutir, negociar y aplicar. El aprender a aprender constituye una herramienta que le permite al adulto seguir aprendiendo toda la vida. Aprender a hacer, desarrollar su capacidad de innovar, crear estrategias, medios y herramientas que le permitan combinar los conocimientos teóricos y prácticos con el comportamiento socio-cultural, desarrollar la aptitud para trabajar en equipo, la capacidad de iniciativa y de asumir riesgos. Aprender a ser, desarrollar la integridad física, intelectual, social, afectiva y ética de la persona en su calidad de adulto, de trabajador, de miembro de familia, de estudiante, de ciudadano.

Señala Segovia que "ante la ausencia de una teoría psicológica acerca del adulto en situación de aprendizaje, una serie de autores (Kidd, 1973:VIII) comienzan a reclamar una teoría del aprendizaje adulto. Con base en planteamientos de Jean Piaget, Antonio Battro llega a sostener "...que la epistemología genética (...) no es más que una teoría restringida a las psicogénesis de las nociones científicas en el niño. Sin embargo, el sistema piagetiano autoriza, es más, exige, completar esa visión con una psicogénesis de los procesos mentales del adulto (...) y con un estudio crítico-histórico de la evolución de las sociedades humanas" (15).
Los descubrimientos derivados de las investigaciones sobre cómo aprenden los adultos coinciden con planteamientos básicos hechos por el movimiento de la escuela activa, demuestra que cuando los adultos aprenden algo en forma natural, en contraposición a cuando se les enseña, estarán más motivados y comprometidos. También, concluye el señalado autor canadiense, existen sobradas evidencias de que cuando los adultos aprenden por su propia iniciativa, lo hacen con mayor profundidad y de modo más permanente.


Dificultades de aprendizaje en el adulto.- Según García Arretio (6) “estas son algunas de las dificultades del adulto en relación con el aprendizaje:
a) La perspectiva de alcanzar altas metas soñadas en la adolescencia, se reduce. A veces tienen una exigencia meramente pragmática. b) Disminuye la curiosidad juvenil. c) La inteligencia se estanca y la memoria disminuye. No le interesan las ideas abstractas y teóricas, prefiere los problemas de la vida real. d) Se reduce la reacción sensorial y perceptiva, por lo cual el aprendizaje suele ser más lento. e) Quien tiene poca experiencia en el estudio se cree poco dotado para el logro de determinadas metas de tipo intelectual. f) A los adultos cada vez les cuesta más adaptarse a nuevas situaciones. g) Cansancio y escasez de tiempo para dedicarlo al esfuerzo intelectual.”

No cabe duda que la teoría del autor García Arretio es acertada, ya que se pone de manifiesto la evolución del ser humano conforme avanza la edad, la vivencia, la experiencia, los aspectos culturales, sociales, su madurez, así como el interés por adquirir mayores conocimientos para desarrollarse en mejores condiciones de vida. En consecuencia, no es lo mismo lo que piensa un joven mayor de edad, soltero, sin cargas familiares, que haya vivido en un hogar donde se le proporciona todas las comodidades, respecto a aquel que ha tenido que trabajar desde temprana edad, para su propio sostenimiento y muchas veces parea el resto de su familia.
Los estudios hechos desde la perspectiva de la psicología aportan resultados que demandan respuestas prácticas para la cuales, en quizá no se han conseguido todavía, en el plano de la didáctica, resultados muy positivos cuando se trata de aprendizajes complejos que involucran varios aspectos intelectivos, motores y afectivos que comprometen toda la personalidad de quien aprende. No es casual que, como efecto de esos esfuerzos investigativos, se produzca un renacimiento en cuanto al uso de los métodos activos de aprendizaje en contextos andragógicos, tanto de carácter formal como informal.

Para Segovia, "uno de ellos es el método de proyectos. Indistintamente denominado método de problemas o método de proyectos, hay coincidencia en concebirlo como un plan de actividades diseñado con propósitos educativos, de acuerdo con un cronograma de trabajo, para ser desarrollado en condiciones reales, en contextos socio-laborales y culturales tangibles y concretos.”
Expresa un autor alemán (Flechisig, 1976:7) que el concepto "proyecto" se asocia a ideas de innovación, de relación con la práctica y con formas de organización flexibles, abiertas, no jerárquicas orientadas - en su conjunto - a la solución de problemas específicos. Estas características, agrega, "corresponden ampliamente a la variante especialmente didáctica que se denomina proyecto y que aquí designamos proyecto de aprendizaje, para entenderlo mejor".
En comparación al curso que se orienta sobre todo a una materia, el proyecto de aprendizaje representa una alternativa didáctica que no se orienta en la idea del conocimiento específico de una materia, sino de un comportamiento orientado en torno a problemas.
Flechsig (1976:8-10) establece siete aspectos básicos que distinguen a los proyectos de aprendizaje:
- Relación con el mundo circundante.
- Relación con los intereses de quien aprende.
- Orientación hacia la elaboración de productos.
- Trabajo inter-disciplinario.
- Relación social.
- Relación multidimensional de los fines de aprendizaje
- Posibilidad de generalizar”
El aprendizaje se verifica en situaciones que se refieren a problemas del contorno físico y social del alumno; los proyectos de aprendizaje contienen problemas que están relacionados directamente con los intereses de los alumnos; los proyectos de aprendizaje tienden a integrar el aprendizaje y la acción; la meta es lograr la elaboración de un producto que contribuya a mejorar el medio ambiente físico y social; como los problemas de la vida no toman en cuenta la división que tiene el saber que quiere solucionarlos, ocurre muy rara vez que se pueda lograr la solución de un problema del ambiente circundante por medio de una sola discusión científica; los proyectos de aprendizaje tienen que abarcar, por eso, siempre varias materias, inclusive aquéllas que no se enseñan en la escuela; a diferencia de los cursos que se pueden absolver en la propia mesa de trabajo, se muestra en los proyectos de aprendizaje la relación social de aprender, la que se manifiesta de forma muy diversa: en el planteamiento cooperativo, en la realización mediante división de trabajo, en la interpretación y la valoración que tiene el producto con las otras actividades que se realizan siempre en contacto con grupos.
Como se ha mencionado las situaciones de aprendizaje de los proyectos no deben ser dirigidas exclusivamente a la transmisión de conocimientos y habilidades específicas de una materia. Se pretende, más bien, lograr fines de aprendizaje en varias dimensiones: saber y poder, pensar y actuar, percibir y decidir, recordar y producir no deben ejercitarse paralelamente, sino en acción de apoyo recíproco.
Los proyectos de aprendizaje son, empero, siempre y al mismo tiempo, instrucción. organizan[DC4] situaciones didácticas y, en segundo lugar, situaciones de la vida. Debemos preparar y aprender la capacidad de la acción, pero sin presuponer de antemano su existencia.
Es importante respetar la demanda del estudiante de cualquier edad y circunstancia personal, tanto si éste aspira al certificado como si se contenta con enriquecer su vida mediante unos estudios constantes, periódicos u ocasionales. Por lo tanto, es evidente que los medios para el aprendizaje adulto son, a su vez, distintos de las del aprendizaje escolar; deben ser los propios de una educación abierta, en la cual cada alumno, de manera autónoma, sea capaz de aprender a aprender y de diseñar su propio curriculum.
El estudiante al que nos dirigimos tiene unos rasgos de autonomía y responsabilidad que son ventajosos desde el punto de vista motivacional, pero que al mismo tiempo implican una mayor complejidad por lo que respecta a sus objetivos y al funcionamiento de la clase. El adulto realiza un gran esfuerzo para dedicar parte de su tiempo a la formación, a menudo es tiempo que disfrutaba con su propia familia. En muchos casos pretende, mediante este esfuerzo, conseguir habilidades que le ayuden en su profesión, o que sean complemento de su vida laboral; por lo tanto, aprende para cambiar de vida, bien sea profesional o socialmente. Ello determina unas expectativas de aprendizaje muy por encima de otro tipo de estudiante y como consecuencia:
El aprendizaje no es parte de una rutina o mecánica, requiere un esfuerzo mantenido, que exige así mismo una satisfacción, mantenida a lo largo del curso. Sería un error, olvidar o desconocer una realidad tangible, cual es la condición adulta del estudiante universitario, pues, negaríamos su capacidad en la toma de decisiones y en asumir responsabilidades en la vida social.
Tal tratamiento, provocará en los estudiantes universitarios, siendo adultos, reacciones negativas y sentirán la necesidad de practicar la conducta de los niños. Protestarán los estudiantes por la inflexibilidad curricular, los torturantes sistemas de evaluación, la falta de participación en las decisiones académicas, la obligatoriedad de asistir al recinto universitario, la imposición disciplinaria de teorías ajenas a la realidad vital y a su experiencia, por las humillaciones a que son sometidos día a día, cuando se les niega el derecho a opinar y a disentir y se les obliga a aceptar pasivamente, sin discusión, conceptos que han de repetir para ser promovidos en sus estudios.
El docente universitario asume una actitud autoritaria y paternalista frente al estudiante, restándole participación en el proceso educativo. Se convierte de hecho, en el centro o eje de la actividad docente, por cuanto los contenidos e informaciones que suministra están sujetos a sus criterios personales, ideológicos, religiosos y políticos. La libertad de cátedra es entendida y practicada en nuestras universidades en forma exclusiva, muy personal; asienta el autoritarismo por cuanto en el desarrollo del currículum el estudiante tiene poca o ninguna participación. Es decir, lo que el estudiante necesita aprender lo decide el profesor, sin tomar en cuenta los intereses y motivaciones de los participantes.
Por lo regular, esta actitud eminentemente pedagógica, de ignorar la condición adulta del estudiante universitario, margina la posibilidad de desarrollar hábitos independientes en los estudiantes para su autoformación presente y futura. Por lo general, el profesor universitario cree que sus procedimientos están encaminados a una mejor formación académica y que el carácter impositivo que ejerce desde su tarima dirigiendo, controlando y evaluando sus clases marginales, van en beneficio de quienes en actitud pasiva las reciben y las repiten de manera oral y escrita, en las evaluaciones. El docente universitario no estimula la creatividad sino la memorización.
Como se indicó anteriormente, desaprender es parte importante del aprendizaje y constituye una de las mayores fuentes de resistencia interna del individuo; una de las experiencias más dolorosas del adulto es desaprender los hábitos adquiridos a lo largo de su vida. Si la gente no desaprende, el cambio se dificulta.
Toda intervención educativa en el adulto debe entonces considerar este importante factor, no presente en el niño, quien no debe desaprender demasiadas cosas porque tiene todo para aprender desde cero. En consecuencia, en el caso del adulto, el requisito básico para un aprendizaje real es el desaprendizaje, deshacerse de las vivencias, experiencias, conocimientos, creencias, paradigmas que tenemos en nuestro cerebro y que aún cuando fueron útiles en un tiempo, ya no lo son en la actualidad. Desaprender es sencillamente eliminar lo que hemos aprendido que ya no nos sirve y dejar espacio para lo que necesitamos aprender pueda entrar a nuestro cerebro con facilidad. Para realizar esto, el ser humano debe darse la oportunidad de verse a sí mismo como el poseedor de tan sólo un punto de vista sobre cualquier aspecto y desarrollar la conciencia de la existencia de muchos más puntos de vista que pueden ser tan o más válidos que el percibido por él. Esto obviamente exige el postergar el juicio critico, lo cual no es una costumbre arraigada en la mayoría de los adultos, mucho menos cuando estos poseen un alto nivel intelectual, pues cuanto más se ha invertido en aprender cierta información, mayor compromiso existe en defender esta información ante otra nueva.
Por esto, es recomendable el lograr a través de una atmósfera y de un proceso de aprendizaje adecuado, que los adultos formando parte de una actividad de adiestramiento, suspendan sus supuestos y abran su mente hacia lo que ha de desarrollarse, obteniendo de esta manera las bases para que el mensaje que se desea transmitir sea comprendido, retenido y aprehendido.
Para ser más productivo y rentable, el adulto debe aceptar los cambios en sus procesos humanos y organizacionales. Al existir un cambio de paradigma, el adulto requiere de adiestramiento para desde su vuelta a cero iniciar nuevamente el desarrollo de habilidades y destrezas que le permitan mejorar su trabajo. El adulto mejora su imagen y autoestima al saberse competente.

Conclusiones
1. Es imperativo que las universidades establezcan como requisito obligatorio, que sus docentes hayan recibido el curso de andragogía.

2. La educación andragógica es el secreto para alcanzar los objetivos deseados en los procesos de educación superior.

3. Se hace necesario institucionalizar los diplomados y maestrías en andragogía.

Bibliografía
(1) The adult learner: a neglected species. Malcom Knowles. Cuarta edición, 1990. Texas, USA. Golf Publishing Company.
(2) García Arretio, L. (1986). Educación superior a distancia. Análisis de su eficacia. Badajoz, UNED.
(3) Tight, M. (1983). Adult learning and education. London, Croom Helm.
(4) Adulto: Dícese del que ha llegado al término de la adolescencia (Diccionario Visor,1999).
(5) Prevost, Marcel. "El arte de aprender". Buenos Aires : Espasa-Calpe Argentina, 1947. p. 27.
(6) Citado por: Insuasty, Luis, "Programa de postgrado pedagogía para el desarrollo del aprendizaje autónomo". Convenio UNISUR-CAFAM. Santafé de Bogotá, 1996. p. 15.
(7) Adam, F. (1984) "La teoría sinérgica y el aprendizaje adulto". PLANIUC, 3, 6, 195-219.
(8) Adam, Félix. (1971). "Metodología Andragógica". Anea Fidea. Caracas, Venezuela.
(9)Alcalá, Adolfo. (1999). "Andragogía. Libro Guía de Estudio". Postgrado U.N.A. Caracas, Venezuela.
(10)Alcalá, Adolfo. (1999). "Es la Andragogía una Ciencia?". Ponencia. Postgrado U.N.A. Caracas, Venezuela.


[DC1]aprendizaje

[DC2]Comienza

[DC3]Organizan

[DC4]Organizan

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